El diseño del biorreactor debe satisfacer las demandas de los usuarios, que varían de un usuario a otro. Por ejemplo, un desarrollador de terapias basadas en células puede priorizar ciertas características y capacidades del biorreactor, mientras que un fabricante de anticuerpos monoclonales puede priorizar otras.

Innova podría ofrecer servicios de personalización personalizados para satisfacer las necesidades únicas de los clientes.